El triunfo de la lucha climática de 27 estudiantes de Vanuatu y su red juvenil

Lourdes Uquillas
Redacción Medioambiente, 26 jul (EFE).- El fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre la opinión consultiva en relación al cumplimiento de los compromisos climáticos, es un nuevo triunfo de los jóvenes en su lucha por "una herencia climática más justa", explica en entrevista con EFE José Daniel Rodríguez Orué, de World's Youth for Climate Justice (WY4JC).
Rodríguez Orué, abogado costarricense especializado en derechos humanos y crisis climática, subraya que la iniciativa de petición de opinión consultiva surgió cuando en 2023 "un grupo de 27 estudiantes de la University of The South Pacific, de la República de Vanuatu (en Oceanía), decidió en un proyecto de clase preguntar a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) si lo que está pasando en su país está bien".
Los alumnos plantearon además "qué acciones se podían llevar a cabo para enmendar la situación y para que los estados causantes de su situación reparen los daños".
Movimiento juvenil mundial por el climaLa petición tuvo repercusión entre los jóvenes en esa zona del Pacífico y se constituyó la organización Pacific Island Students Fighting Climate Change (PISFCC), movimiento que logró el apoyo de unas 1.700 organizaciones de todo el mundo.
La República de Vanuatu es un estado insular ubicado en Oceanía, en el Pacífico Sur, y uno de los más afectados por los impactos del calentamiento global y el ascenso del nivel del mar, cuyo origen está en las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los países más industrializados y contaminantes.
El planteamiento recibió el apoyo total del Ministerio de Asuntos Exteriores de Vanuatu, que junto al Gobierno iniciaron una campaña diplomática internacional para dar a conocer la petición y conseguir el apoyo necesario ante la Asamblea de Naciones Unidas, lo que supuso "un trabajo gigantesco, convencer a casi todos los estados del mundo de la importancia del tema y de la consulta al Tribunal principal de Naciones Unidas".
Al mismo tiempo, según Rodríguez Orué, los estudiantes empezaron a participar en las Conferencias de las Partes de Naciones Unidas del Cambio Climático (COP), donde encontraron a estudiantes de derecho de otras partes del mundo y decidieron formar una red mundial para trabajar con los Estados.
Así nació World Youth for Climate Justice (WY4CJ) (Juventudes del mundo por la justicia climática), que empezó a trabajar con campañas nacionales para involucrar a los gobiernos, pero también campañas regionales en todos los continentes en las que "trabajan estudiantes de derecho, haciendo trabajo de forma voluntaria", como el propio Rodríguez Orué.
"El cambio climático nos preocupa profundamente, porque es nuestro presente y nuestro futuro los que están en peligro", asegura el abogado costarricense, y explica que así fueron logrando la adhesión de muchas organizaciones de la sociedad civil, con el objetivo de hablar con todos los poderes de los estados, como el legislativo y el ejecutivo, que "recibieron a los jóvenes con las puertas abiertas".
Tras múltiples conversaciones y con la iniciativa planteada por el Gobierno de Vanuatu en representación de los estudiantes, "en 2023 se logró el consenso de resolución que se necesitaba en la Asamblea General de Naciones Unidas para plantear posteriormente la consulta ante la CIJ con el apoyo de casi cien países".
Como antecedente, explica, "en el año 2011 se intentó algo similar, pero varios estados históricamente contaminantes, lograron convencer a muchos otros estados para que no pasara la resolución".
Principio intergeneracionalTras la aceptación de la resolución ante la Asamblea de Naciones Unidas, el WY4CJ se planteó entones la estrategia a seguir, porque la consulta "ya era una realidad e iba a la CIJ, teníamos que convencer a muchos estados que ni siquiera existían en el momento de la creación de la Corte (1945)".
"Nos preocupa mucho, muchas personas de mi generación que ven el mundo no quieren traer hijos, porque sabemos lo que está pasando", sostiene, "conocemos la indiferencia que continúa habiendo hasta la fecha y nos preocupan profundamente aspectos que antes que disuadirnos son parte de la motivación".
"La CIJ tenía varias opciones y escogió la opción que más respeta nuestros derechos y falla que aquellos estados que han sido dañados por la conducta de otros puedan buscar reparaciones".
Casos en todo el mundoRodríguez Orué explica que "aproximadamente desde hace unos diez años ha habido un incremento exponencial del uso estratégico del derecho para incrementar la ambición climática de los estados, se llama litigio estratégico y se aplica a muchas cosas, sobre todo para la protección de los derechos humanos".
"Ha habido mucho casos en América Latina, en Europa, en África, en todo el mundo", asegura, y recuerda el de los jóvenes portugueses, que en 2020 interpusieron una demanda por inacción climática contra 32 países ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y que finalmente fue rechaza al no haber agotado antes las instancias locales en Portugal.
Menciona otro fallo histórico, el Tribunal Constitucional Federal de Alemania, que en 2021 declaró parcialmente inconstitucional la ley del clima y reforzó la protección de los derechos fundamentales de la juventud tras una demanda de nueve jóvenes alemanes por un futuro más digno.
Recuerda además, el caso de generaciones futuras versus el Ministerio de Ambiente en Colombia, donde también la Corte reconoce esta obligación de proteger a la naturaleza y las generaciones futuras frente al cambio climático y ordena el cese de la deforestación ilegal en la Amazonía colombiana.
Y subraya su participación junto a un grupo de jóvenes activistas en una demanda contra el estado costarricense "por falta de información ambiental sobre el cumplimiento de las metas climáticas", por lo que interpusieron un recurso de amparo ante la Corte Constitucional del país, que falló a su favor y les permitió valorar que "no ha habido un cumplimiento sustantivo de las promesas del Estado costarricense" frente a la crisis climática.
Recientemente, apunta, la Unión de Abogados Panafricana, con la participación de jóvenes abogados, presentó otra solicitud de opinión consultiva sobre los impactos del cambio climático en África ante la Corte Africana de Derechos Humanos y de los pueblos.
"El derecho es una herramienta más para que los movimientos sociales puedan buscar sus objetivos, pero apoyándose en argumentos jurídicos, sobre todo en materia de derechos humanos", que ha tenido "casos bastante exitosos en materia de cambio climático, que escalan más allá de los Estados llegando a mecanismos regionales e internacionales".
Los movimientos de jóvenes por el clima, "vemos el fallo como una noticia increíble, que va a ser una herramienta esencial para potenciar estos litigios y llevarlos a otro nivel. Porque ahora el máximo tribunal del mundo está de nuestro lado", concluye. EFE
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