Rumanía planea multas de hasta 1.200 euros por alimentar a osos para reducir los ataques

Alexandra Spanu
Bucarest, 27 jul (EFE).- Multas de hasta 1.200 euros por dar de comer a un oso pardo. Es una de las medidas que el Gobierno de Rumanía planea imponer con el objetivo de reducir el creciente número de ataques que sufren humanos por estos animales salvajes, cuya población en el país balcánico es de unos 12.000 ejemplares.
En las redes sociales circulan muchas fotos, 'selfies' y vídeos de turistas que se acercan a osos, pese a las reiteradas advertencias de las autoridades de que se alejen de estos animales.
La víctima mortal más reciente fue un turista italiano, de 48 años, que viajaba en motocicleta por una de las carreteras más turísticas de los Cárpatos, donde se detuvo a comienzos de julio para fotografiar a una osa.
Su cuerpo sin vida fue hallado con mordeduras unos 60 metros más abajo, en un barranco al que había sido arrastrado por el animal.
Un problema que se agravaSegún datos oficiales, en los últimos 20 años murieron en Rumanía por ataques de osos 28 personas y más de 270 resultaron heridas.
El problema se ha agravado en los últimos tiempos, lo que queda reflejado en los registros del ente de telecomunicaciones STS, con más de 7.500 llamadas al número 112 que reportaron presencias o ataques de osos en 2023, casi cinco veces más que en 2019.
Según los expertos, cada vez son más los osos jóvenes y hembras con sus crías que llegan a granjas y zonas pobladas para buscar la comida que los osos machos acaparan en las montañas. Solo en 2019 hubo ocho incidentes mortales y en 2021 las autoridades abrieron un debate sobre el levantamiento del veto a la caza de esta especie.
La segunda población de osos de EuropaPara muchos en Rumanía, la protección del oso pardo ha propiciado un crecimiento excesivo de la población de estos animales, con unos 12.700 ejemplares, tres veces más que los 4.000 considerados como "ideales" por los expertos.
Según un reciente estudio del Instituto de Investigación y Desarrollo Forestal del país, se trata de la segunda mayor población de osos pardos en Europa, solo por detrás de Rusia.
El año pasado, Rumanía solicitó a la Comisión Europea que revalúe el estatus de protección de esta especie y aprobó el sacrificio de 426 ejemplares anuales para 2024 y 2025, además de otros 55 en defensa directa de la vida humana, especificados como "casos de urgencia".
Pero el Gobierno rumano admitió que estas medidas no bastan y baraja la posibilidad de elevar las cifras de los sacrificios, aunque manteniendo siempre la condición de animal protegido.
El desafío para las autoridades es compaginar el objetivo de reducir "los conflictos entre humanos y osos" y mantener al mismo tiempo la protección acordada con la UE de esta especie que había desaparecido de muchas zonas, explica el Ministerio de Medio Ambiente, en un reciente informe.
Mientras se aplica ya un plan para la conservación del oso pardo, el Gobierno prepara otro paquete legal para intentar resolver los problemas que causan los encuentros entre osos y personas.
Multas draconianasEntre las enmiendas proyectadas está la de cuadruplicar las multas por alimentar a estos animales, hasta situarlas entre 600 y 1.200 euros (actualmente el máximo es de unos 300 euros).
Las nuevas medidas deberán sumarse a muchas otras que ya se aplican o están en vías de implementarse, como la instalación de contenedores de basura 'anti-osos', con dispositivos para que los animales no puedan abrirlos para hurgar en ellos, y cercas eléctricas en torno a las zonas más afectadas para disuadir a los osos de acercarse.
A ello se añaden campañas para sensibilizar a la población y a los turistas para que mantengan cerradas las ventanillas de los automóviles al atravesar zonas boscosas, no abandonen restos de comida ni acampen fuera de zonas habilitadas y, ante eventuales encuentros con un oso, reaccionen con calma y sin movimientos bruscos.
Mientras, los ataques de estos animales están elevando la factura que paga el Estado rumano para indemnizar a las víctimas o a sus familiares, con compensaciones monetarias que pueden superar los 100.000 euros en el caso de una persona gravemente herida. EFE
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