Australia quiere demostrar su compromiso con el cambio climático anunciando nuevos objetivos de reducción de gases de efecto invernadero

"Ambicioso" y "alcanzable" son las dos palabras clave que el gobierno australiano se ha fijado para determinar su objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero para 2035. El jueves 18 de septiembre, tras meses de especulaciones, el primer ministro Anthony Albanese anunció que Canberra aspiraría a un rango de entre el 62% y el 70% en comparación con los niveles de 2005.
Con este compromiso, Australia pretende demostrar su disposición a sumarse a los mejores en la lucha contra el cambio climático. El país compite, junto con los Estados insulares del Pacífico, por ser sede de la COP31 en 2026.
"Este es un objetivo responsable, basado en la ciencia, respaldado por un plan concreto para lograrlo y basado en tecnologías probadas", "Nos complace anunciar que estamos trabajando en ello", declaró Albanese en rueda de prensa, enfatizando que había seguido las recomendaciones de la Autoridad de Cambio Climático. Este organismo gubernamental independiente se encarga de asesorar a las autoridades con base en recomendaciones científicas, considerando también el contexto internacional, los aspectos económicos y el ritmo del desarrollo tecnológico.
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Le Monde