Bajo presión, el gobierno ha abandonado los planes de reducir la temporada de caza de aves migratorias en declive, como la codorniz y el silbón.

Como era de esperar, el proyecto de decreto ministerial sobre la caza de aves migratorias recibió el miércoles 16 de julio un dictamen favorable del Consejo Nacional de Caza y Fauna Silvestre (CNCFS). Y con razón: tras un auténtico tira y afloja, finalmente se presentó una versión ampliamente revisada de este texto a este organismo, en el que los cazadores son mayoría. Para cumplir con las recomendaciones de la Comisión Europea, el Ministerio de Transición Ecológica había previsto inicialmente medidas para restringir la captura de ciertas especies en franco declive en toda Europa. Bajo la presión de los cazadores y de numerosos líderes políticos, el gobierno finalmente revisó a la baja sus ambiciones, para satisfacción de la Federación Nacional de Cazadores (FNC) y decepción de las asociaciones de conservación de la naturaleza.

En el centro del debate se encuentran siete especies de aves en mal estado de conservación en la Unión Europea. En noviembre de 2024, expertos de las Directivas Europeas de Aves y Hábitats emitirán recomendaciones sobre la caza de estas especies (entre otras) tras evaluar su estado de conservación. Estos científicos recomiendan, en particular, el establecimiento de moratorias temporales para el silbón europeo, el porrón común, la codorniz común y el zorzal alirrojo, hasta que se implemente una gestión adaptativa (adaptada al estado de la especie), así como la reducción a la mitad de las capturas de ánade rabudo, pato cuchara europeo y cerceta común.

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