Criaturas increíbles: las transparencias de Pelagie

Por Isabelle de Montvert-Chaussy - Archivos “Sud Ouest” - Artículo publicado originalmente el 8 de agosto de 2007
SERIE DE VERANO - (13/17) Las medusas, animales muy extraños, aparecieron en la Tierra hace unos 650 millones de años. Aún pueblan nuestros mares.
Las medusas siguen siendo las reliquias más auténticas de nuestras costas, sobre todo porque su apariencia apenas ha cambiado en mil millones de años. Sorprendente para seres que carecen de todo lo que suele ser prerrogativa del mundo animal: esqueleto, cerebro, sistema respiratorio y circulatorio...
Nuestra Pelagia noctiluca es una cosa extraña. Una gran sombrilla coronada por un pólipo; un aguijón que descarga un veneno urticante en su víctima tras una pequeña descarga eléctrica. ¡Aunque esté muerta! No es suficiente para cocinar sopas de medusa, como tanto adoraba Aristóteles, ni para hacer pescado seco, como los japoneses, que consumen 12 toneladas al año.
La medusa expulsa a sus crías como si fueran excrementos, por la boca. La futura madre recoge el esperma de su amante virtual del agua y se encarga de la reproducción por sí sola a través de... su estómago. Este, al fin y al cabo, le sirve para alimentarse de crustáceos, peces pequeños e incluso otras medusas...
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