En Pakistán, el número de muertos por las lluvias torrenciales asciende a 320

El número de muertos sigue aumentando hora tras hora en el norte de Pakistán, azotado por un monzón inusualmente intenso , según las autoridades. Según el último informe, publicado el sábado 16 de agosto por la Autoridad de Gestión de Desastres, más de 320 personas han muerto en 48 horas, mientras los rescatistas siguen intentando recuperar los cuerpos enterrados.

En los últimos dos días, las lluvias torrenciales más mortíferas han ocurrido en varios distritos de la montañosa provincia norteña de Khyber Pakhtunkhwa, que por sí sola ha registrado 307 muertes, dijo la Autoridad de Gestión de Desastres.

En esta provincia fronteriza con Afganistán, todavía afectada por intensas lluvias, más de 2.000 socorristas están movilizados para intentar encontrar supervivientes o recuperar cadáveres enterrados bajo los escombros, declaró el sábado a la Agence France-Presse Bilal Ahmed Faizi, portavoz del servicio de rescate provincial.

"Las fuertes lluvias, los deslizamientos de tierra y las carreteras bloqueadas dificultan el acceso de las ambulancias, y los rescatistas tienen que desplazarse a pie", añadió. Los rescatistas están intentando evacuar a los supervivientes, pero muy pocos están dispuestos a irse porque han perdido a seres queridos que siguen atrapados entre los escombros", continuó Faizi.

Otras nueve personas murieron en la Cachemira paquistaní y cinco en la región turística de Gilgit-Baltistán, en el extremo norte del país, especialmente popular entre los montañeros de todo el mundo durante el verano, pero que las autoridades ahora recomiendan evitar.

Por otra parte, un helicóptero de rescate se estrelló el viernes, causando la muerte de cinco personas más. La Cachemira administrada por la India también se vio afectada por las lluvias torrenciales, con al menos 60 muertos en una aldea del Himalaya, mientras que otras 80 siguen desaparecidas.

La mayoría de las víctimas fueron arrastradas por inundaciones repentinas; otras fallecieron al derrumbarse sus casas o electrocutarse. «Más de la mitad de las víctimas fallecieron debido a la mala calidad de las estructuras», declaró Syed Muhammad Tayyab Shah, de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres. En total, desde el inicio del monzón de verano, 634 personas, entre ellas unos 100 niños, han muerto y 768 han resultado heridas.