En Puerto Rico, residentes están enojados por proyectos hoteleros de lujo en la costa
Lleno de baches y surcado por innumerables grietas, el sendero rocoso que conduce a Playa Los Pozos, al borde de la Bahía de Boquerón, Puerto Rico, parece intransitable. Pero a Sandra Pagán Gallardo no le importa.
Esta enérgica activista ambiental, miembro de la Brigada Solidaria del Oeste, está acostumbrada a conducir su vieja camioneta por las carreteras deterioradas que atraviesan esta remota zona de Cabo Rojo, un municipio en el extremo suroeste de la isla. Las iguanas perezosas, desperdiciadas después de tomar el sol, solo se apartan en el último segundo.
La vegetación es densa. Sin embargo, cactus, acacias y arbustos xerófilos dan fe de la marcada sequedad del clima en esta parte de las Antillas Mayores. Este idílico lugar ha sido escenario de una controversia que ha estado creciendo durante más de un año, en este territorio de 3,2 millones de habitantes bajo soberanía estadounidense: se espera que un complejo inmobiliario de lujo, llamado "Esencia", vea la luz antes de que finalice la década. "Toda esta zona formará parte de Esencia", dice Sandra Pagán Gallardo, señalando las colinas cercanas a la bahía.
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Le Monde