Irak: Rym, la gacela del desierto, en peligro de extinción en su tierra ancestral

La desaparición de cientos de gacelas de Rym desde principios del verano en la Reserva Natural de Mandali, en Irak, ha provocado una fuerte conmoción y protestas en todo el país . Esta grácil gacela del desierto, de color arena y finos cuernos marrones, es sin duda un símbolo del patrimonio histórico natural, cultural y poético de Mesopotamia. Sus grandes ojos negros con largas pestañas inspiraban a los enamorados a cantar a sus seres queridos. Rym es un nombre femenino muy apreciado y extendido en todo el mundo árabe en referencia a la bella bestia.
La administración de la reserva, ubicada en la provincia de Diyala, de mayoría kurda, en la frontera entre Irak e Irán, se ha deslindado de toda responsabilidad tras descubrir la desaparición de 400 gacelas Rym, casi la totalidad de la población. Organizaciones locales de conservación de la vida silvestre revelaron que solo quedan unos 20 ejemplares en la región, lo que llevó al gobernador provincial a ordenar una investigación sobre el destino de esta rara población animal.
La especie, clasificada como "en peligro de extinción" en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, se encuentra en peligro de extinción no solo en su cuna, el desierto iraquí, sino también en todos los demás desiertos de Oriente Medio y el norte de África. La gazella leptoceros, o gacela de arena, según su nombre científico, también es considerada emblema nacional por los países del Golfo en los desiertos de la Península Arábiga. Con aproximadamente un metro de altura y un peso de entre 20 y 30 kilos, este animal se reproduce en invierno y cada hembra da a luz a dos crías. Corredora rápida y ligera, la gacela alcanza una velocidad media de 72 km/h, con picos de 85 km/h en distancias cortas.
Se cree que quedan alrededor de 700 ejemplares en varias reservas iraquíes, abandonadas y mal gestionadas. En Irak, que sufre condiciones climáticas y ambientales desastrosas debido a la contaminación y la sequía del suelo , varias especies animales están sufriendo, incluida la delicada gacela, que se alimenta de hierbas secas del desierto que se multiplican tras la temporada de lluvias.
Pero los problemas ambientales no son la única explicación tras las numerosas y misteriosas desapariciones de gacelas. Las sospechas de caza furtiva y captura, en particular con el fin de revender la especie en los países del Golfo para abastecer reservas turísticas de lujo, probablemente estén bien fundadas. Se informa de que redes de contrabando llevan a cabo una auténtica operación de tráfico que transporta a los animales desde Irak o Argelia a países vecinos. Se dice que el precio de una gacela viva ronda los 300 euros, según algunas fuentes locales, mientras que los cuernos o cráneos de Rym se utilizan a veces en productos cosméticos.
Libération