La “Camarga española”, ¿un paraíso en la perdición?
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En Doñana, la joya natural de Andalucía, nadie quiere perderse el placer. Las intensas lluvias de esta primavera han dibujado una sonrisa en los rostros de todos: los de los cientos de visitantes asombrados por la explosión de todas las tonalidades de verde; la de este guía intérprete del Palacio del Acebrón –uno de los cuatro que hay en el inmenso parque–, que se enorgullece de la frondosidad de las “algaidas”, esos arroyos que se ensanchan y ahora rebosan de agua; También el del conservador jefe de Doñana y sus 54.000 hectáreas de marismas, dunas, pinares y alcornoques. "Es realmente sorprendente", afirma Miguel Ángel Bravo Utrera, cuya oficina está situada en pleno espacio natural. Generalmente, de septiembre a septiembre caen un promedio de 540 milímetros de lluvia al año. ¡Con las lluvias de marzo y abril ya llegamos a los 700 milímetros!
Decenas de lagunas cerca del mar, secas hace mucho tiempo, están volviendo a la vida y albergan nuevamente colonias de garzas y ansarones... El corazón del parque, la parte
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