La Comisión Europea presenta un plan para acabar con el suministro de gas ruso a finales de 2027
La Comisión Europea dio a conocer el martes 6 de mayo su plan para poner fin definitivamente a las importaciones de gas ruso a finales de 2027, un desafío difícil dada la continua dependencia de Europa de ellas.
El ejecutivo europeo propone actuar en dos etapas: prohibir los contratos nuevos y los contratos a corto plazo (spot) existentes con empresas rusas a finales de 2025, y luego detener todas las importaciones de gas de Rusia dos años después.
"Ha llegado el momento de que Europa corte completamente sus vínculos energéticos" con la Rusia de Vladimir Putin, declaró la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, más de tres años después de la invasión de Ucrania. “Se lo debemos a nuestros ciudadanos, a nuestras empresas y a nuestros valientes amigos ucranianos”.
Aplazada varias veces antes de su presentación al Parlamento Europeo el martes, esta hoja de ruta se presentará ahora a los Estados miembros y al Parlamento. Se espera que las discusiones sean delicadas en medio de temores de un nuevo aumento en los precios de la energía.
Es cierto que la cuota de las importaciones de gas ruso en la Unión Europea ha caído del 45% en 2021 al 19% en 2024. Pero, aunque la Unión ha hecho esfuerzos para reducir sus suministros a través de gasoductos, ha recurrido en parte al gas natural licuado (GNL), transportado por barco, descargado en los puertos, regasificado y luego inyectado en la red de gas europea. Las importaciones de GNL están alcanzando niveles récord.
Y muy por detrás de Estados Unidos (45%), Rusia ocupa un lugar central en este ámbito con el 20% de las importaciones de la UE en 2024, o 20.000 millones de metros cúbicos de los cien mil millones importados. El paso será alto, ya que la Comisión prometió en 2022 prescindir de los combustibles rusos "hasta 2027" .
Presión estadounidenseUno de los principales retos será la diversificación de la oferta. La UE había planteado hace varios meses la posibilidad de aumentar aún más sus importaciones de GNL estadounidense. Pero las tensiones comerciales con los Estados Unidos de Donald Trump han enturbiado las aguas.
No fue hasta el 1 de mayo que el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, volvió a sugerir, en una entrevista con el diario Financial Times, que la disputa con la administración Trump podría "resolverse muy rápidamente" mediante compras de GNL estadounidense o de productos agrícolas como la soja.
El propio presidente americano ejerció a principios de abril una fuerte presión sobre los europeos exigiéndoles que encargaran cantidades masivas de energía a Estados Unidos, por un valor de 350.000 millones de dólares (309.000 millones de euros).
"La Comisión corre el riesgo de sustituir una dependencia desastrosa por otra: apagar el gas de Putin y encender el de Trump", advirtió la organización ecologista Greenpeace, que aboga por el ahorro energético y el desarrollo de las energías renovables.
¿Cómo se posicionarán los Estados miembros? Algunos, como Hungría, no ocultan su cercanía a Moscú. Otros dependen cada vez más del GNL ruso. Francia, por ejemplo, se encuentra en primera línea con sus cinco terminales de regasificación, incluida la de Dunkerque. Según el think tank Ieefa, aumentó sus importaciones de GNL ruso un 81% entre 2023 y 2024 y pagó 2.680 millones de euros a Rusia.
Por su parte, TotalEnergies ya había advertido en el pasado del riesgo de un aumento de precios si se prohibía la energía rusa.
Flota Fantasma RusaMás allá del gas licuado, la Comisión Europea ha destacado constantemente todos los esfuerzos que se han realizado para reducir la dependencia de los combustibles fósiles rusos desde la invasión de Ucrania. A finales de 2022, la UE introdujo un embargo a las importaciones de petróleo ruso . "Hemos pasado de un barril de petróleo por cada cinco a un barril por cada cincuenta", insistió Ursula von der Leyen a finales de abril en Londres. Con su nueva hoja de ruta, Bruselas promete nuevas acciones contra la flota fantasma de Rusia, compuesta a menudo por viejos petroleros que operan bajo banderas extranjeras, acusados de ser utilizados para eludir las sanciones occidentales.
También se están discutiendo medidas contra las importaciones rusas de uranio enriquecido para junio. "Hoy la Unión Europea envía un mensaje muy claro a Rusia: nunca más permitiremos que Rusia utilice la energía como arma contra nosotros", afirmó el comisario europeo Dan Jorgensen.
El mundo con AFP
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