Los insecticidas y herbicidas prohibidos en la Unión Europea siguen provocando intoxicaciones en Francia, según la ANSES

Los insecticidas y herbicidas prohibidos en la Unión Europea, a veces desde hace más de veinte años, siguen siendo "regularmente una fuente de intoxicación" en Francia, donde pueden haber sido almacenados o importados de países que todavía los autorizan, advirtió el lunes 5 de mayo la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria, Medioambiental y Laboral (ANSES).
La ANSES analizó las 599 exposiciones e intoxicaciones vinculadas a 150 productos fitosanitarios, que contenían un total de 64 sustancias activas no aprobadas, registradas por los centros de control de intoxicaciones del territorio entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de diciembre de 2022.
Tres cuartas partes de estas exposiciones fueron accidentales, pero la cuarta parte restante "estuvieron relacionadas con conductas suicidas", afirmó la agencia. Así, de las 55 intoxicaciones más graves, 15 fueron suicidios. Las zonas más afectadas son los territorios de ultramar (Guadalupe, Martinica, Guyana, Reunión y San Pedro y Miquelón), Isla de Francia, Altos de Francia y Normandía.
Los principales productos en cuestión son insecticidas (60%), herbicidas (19%) y matatopos (5%), a veces guardados en stock después de la entrada en vigor de su prohibición, a veces importados ilegalmente, especifica la ANSES en su boletín de vigilancia sanitaria.
Chinches y cucarachasLa mitad de estos productos, los basados en diclorvos (insecticida y acaricida), fueron comprados en Francia "a vendedores ambulantes en mercados, tiendas o en Internet" , y una tercera parte, los basados en estricnina (moleicida) o aldicarb (insecticida, acaricida, pesticida), fueron adquiridos cuando aún estaban autorizados.
Casi el 80% de las exposiciones al diclorvos estuvieron relacionadas con Sniper 1000, un insecticida utilizado en la agricultura en África e importado ilegalmente a Francia, donde se usa contra chinches y cucarachas. Este producto fue objeto de una alerta específica por parte de Anses en 2023 tras un fuerte aumento de este uso indebido.
De igual manera, en Guayana Francesa, los habitantes aún pueden obtener paraquat (un herbicida no autorizado desde 2007) de Surinam, donde se vende "sin restricciones legales", señala la ANSES, pero el número de exposiciones disminuyó un 68% en el periodo 2017-2022, en comparación con el periodo 2012-2016.
El aldicarb, que no está aprobado en la Unión Europea desde hace más de dieciséis años, sigue siendo un factor que provoca una decena de llamadas a centros de control de intoxicaciones al año, en particular en Hauts-de-France, donde aún hay existencias, ya que se ha utilizado ampliamente en el cultivo de patatas y remolacha azucarera.
Desde 2019, recuerda la ANSES, la ley Labbé prohíbe a los jardineros aficionados utilizar productos fitosanitarios, salvo aquellos de bajo riesgo o autorizados en agricultura ecológica que lleven la etiqueta EAJ (uso autorizado en jardines).
El mundo con AFP
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