Razac-sur-l'Isle: cómo se adapta la residencia de ancianos a las olas de calor

Ante la creciente frecuencia de las olas de calor en Dordoña y en toda Francia, las residencias de ancianos deben adaptarse para garantizar la comodidad de sus residentes. Este es el caso de La Feuilleraie, ubicada en Razac-sur-l'Isle. Nos reunimos con Émilie Maury, directora, y Clémence Guimberteau, animadora.
¿Qué medidas concretas se han puesto en marcha para hacer frente a las olas de calor en La Feuilleraie?
Émilie: El centro ha adoptado varias estrategias. El amplio comedor y la sala de actividades cuentan con aire acondicionado, lo que proporciona espacios frescos y agradables. Todas las habitaciones están equipadas con ventiladores y se han adquirido nebulizadores. Se organiza una sesión de hidratación periódica, ya que los residentes suelen ser reacios a beber.
A nivel de personal, ¿cómo se está adaptando el establecimiento para afrontar este período crítico?
Émilie: Contamos con una plantilla reforzada gracias a la presencia de cuatro becarios, acogidos durante todo el año. Estos becarios, de diversos orígenes (bachillerato profesional, auxiliar de enfermería, apoyo educativo y social), reciben supervisión para completar su formación mientras contribuyen al servicio. Además, el centro busca un joven de entre 16 y 25 años para un contrato de servicio cívico de nueve meses en animación.
¿De qué manera esta actitud de apertura al mundo exterior constituye una ventaja para el establishment?
Clémence: Abrirse al mundo exterior acogiendo a becarios, personas en reciclaje o con contratos cívicos es una gran ventaja para la organización. No solo fortalece al equipo durante periodos de alta demanda, sino que también fomenta una conexión social dinámica. Al acoger a jóvenes y adultos en reciclaje durante todo el año, la institución se compromete con un enfoque de apertura, intercambio y transmisión, esencial para mantener un ambiente humano, cálido y profesional.
SudOuest