Ródano. En Vauxrenard, flores incluso en el plato: la nueva vida de Sabine Deryckère
Tras 25 años en el sistema educativo nacional, Sabine Deryckère dejó su trabajo como docente para dedicarse a su pasión: la naturaleza que la rodea. Pinta, esculpe, dibuja, imparte talleres y, desde hace varios años, cultiva flores comestibles que se pueden disfrutar en el restaurante-bistro Ema en Deux-Grosnes.
Enclavado a más de 700 metros de altitud, se encuentra un verdadero remanso de paz: el de Sabine Deryckère y su pareja Maurice. Desde que dejó el sistema educativo nacional hace cinco años, esta mujer de cincuenta años ha multiplicado sus actividades creativas al aire libre, rodeada de flores y animales.
De su anterior trabajo como maestra, conservó su pasión por compartir sus conocimientos y una gran generosidad hacia los niños. En 2020, decidió dejarlo...
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