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El objetivo de cero emisiones netas de Turquía requiere una transformación radical del sistema de distribución de electricidad.

El objetivo de cero emisiones netas de Turquía requiere una transformación radical del sistema de distribución de electricidad.

El informe «Transformación del sector de distribución eléctrica en Turquía» , publicado por el Centro de Transformación Energética SHURA, subraya la necesidad de una transformación radical no solo en la generación de energía, sino también en el sistema de distribución, en consonancia con los objetivos de cero emisiones netas. Con el auge de las energías renovables distribuidas, los patrones de consumo están cambiando y el equilibrio entre oferta y demanda se está volviendo bidireccional. Esto exige mejorar la flexibilidad, la monitorización y las capacidades de control de los sistemas de distribución.

“La electrificación se acelerará en el próximo período”

Alkım Bağ Güllü, director del Centro de Transformación Energética SHURA, destacó el papel fundamental del sector de la distribución en la transformación energética , afirmando: “A medida que el sistema energético se descarboniza con la proliferación de recursos energéticos distribuidos, se reducen las pérdidas del sistema al generar energía más cerca del punto de consumo, se mejoran el voltaje y la calidad de la energía, y se pueden planificar las inversiones en la red de manera más eficiente. La electrificación se acelerará en el próximo período con los vehículos eléctricos, las bombas de calor y sistemas similares. Esto exige que el sistema de distribución trascienda la mera infraestructura de transporte de energía y se transforme en una plataforma de mercado activa e imparcial. Por lo tanto, resulta crucial adoptar una estructura flexible, digital e interactiva en el desarrollo, la gestión y la operación de las redes”.

Es necesario modernizar la infraestructura existente.

Güllü destacó que la transformación requerirá nuevas inversiones en redes de media y baja tensión, así como la modernización de la infraestructura existente. También subrayó que la modernización de los sistemas de distribución exige acelerar la digitalización, desarrollar procesos de planificación basados ​​en datos y definir claramente las nuevas funciones y responsabilidades de los operadores de sistemas de distribución (OSD).

El auge de la generación distribuida exige nuevas inversiones en infraestructura.

La capacidad instalada total de Turquía alcanzó los 119.647 megavatios (MW) en junio de 2025. De esta cantidad, 21.345 MW (18%) corresponden a plantas de generación de electricidad sin licencia, y el 96,5% de esta capacidad pertenece a plantas de energía solar.

El Ministerio de Energía y Recursos Naturales de Turquía anunció su objetivo de alcanzar los 120 GW de capacidad instalada de energía solar y eólica para 2035. Este nuevo objetivo representa un aumento de casi el 50 % con respecto a los 82,5 GW previstos en el Plan Nacional de Energía de 2022.

Deben implementarse enfoques innovadores.

Con el creciente número de recursos conectados a nivel de distribución, principalmente energía solar, es fundamental que los consumidores asuman un papel más activo en el sistema energético para garantizar su flexibilidad. En este sentido, resulta crucial ampliar el uso de instalaciones de generación distribuida cercanas a los puntos de consumo e implementar enfoques innovadores que aseguren el flujo bidireccional de energía dentro de la red. De lo contrario, podría aumentar la probabilidad y la frecuencia de problemas técnicos como fluctuaciones en la regulación de voltaje, desequilibrios de potencia reactiva, incapacidad para gestionar cambios bruscos de carga y generación, incompatibilidad en los sistemas de protección y deterioro de la calidad del suministro eléctrico.

El informe subraya la necesidad de ampliar los recursos distribuidos basados ​​en inversores y las prácticas de electrificación limpia, que permiten consumir la energía en el mismo lugar donde se genera, en sectores de alto consumo energético como la industria, la edificación y el transporte. Los operadores de sistemas de distribución deben asumir una mayor responsabilidad en este sentido.

Tecnologías y áreas de aplicación prioritarias para la modernización

El informe enumera las áreas tecnológicas y de aplicación que deberían priorizarse en el sistema de distribución de Turquía de la siguiente manera:

  1. Uso de tecnologías que aumentan la eficiencia del sistema operativo,
  2. Digitalización y planificación de la infraestructura para apoyar la generación distribuida (contadores inteligentes, microrredes, etc.),
  3. Reforzar las medidas de ciberseguridad,
  4. Cooperativas energéticas en expansión,
  5. Establecimiento de plataformas regionales de comercio de energía y mercados regionales de flexibilidad,
  6. Ampliar las tarifas que fomenten la integración de la generación distribuida.
Los DSO pueden realizar pronósticos de consumo

La siguiente explicación se proporcionó para la planificación de la transformación: “Determinar los objetivos de distribución regional para los recursos energéticos renovables y distribuidos es crucial para que los operadores de sistemas de distribución (OSD) anticipen las futuras necesidades de infraestructura. Esto les permite pronosticar el consumo mediante análisis de datos avanzados, teniendo en cuenta los objetivos regionales, y definir claramente las áreas de inversión prioritarias. Además, el desarrollo de planes de inversión para contadores inteligentes e infraestructura de red inteligente a nivel de distribución, para utilizar eficazmente el análisis de datos avanzados y la monitorización de datos en tiempo real, acelerará la transformación”.

Respuesta más rápida a fallos de funcionamiento y limitaciones regionales

En este proceso, la simplificación, la agilización y la digitalización de los mecanismos de permisos y aprobaciones mediante modificaciones legislativas se destacan como un paso clave para aumentar la eficiencia de la implementación. Asimismo, se recomienda considerar instrumentos de financiación innovadores para garantizar que las inversiones planificadas se ejecuten según lo previsto. La implementación de todas estas medidas permitirá que la red de distribución opere con mayor eficiencia y resiliencia, y que los operadores de sistemas de distribución (OSD) puedan responder con mayor rapidez a las interrupciones y las limitaciones regionales.

La transformación requiere una hoja de ruta de tres etapas

El informe examina el proceso de transformación del sistema de distribución en tres períodos:

  • Corto plazo (2025-2030): Evaluación de la situación actual, identificación de áreas prioritarias para la transformación y preparación de la infraestructura básica.
  • A medio plazo (2030-2040): Difusión de tecnologías que aumenten la resiliencia de la red eléctrica en paralelo con el aumento de la demanda y la capacidad de generación.
  • Largo plazo (2040-2053): Crear condiciones de mercado que apoyen el comercio local de energía.

El informe destacó que fortalecer la integración de los recursos energéticos distribuidos a la red y los mercados acelerará la descarbonización del sistema energético, mejorando además el voltaje y la calidad de la energía. Asimismo, señaló que el aumento de la capacidad de energía renovable distribuida podría reducir la necesidad de costosas inversiones en centrales eléctricas de combustibles fósiles y disminuir los costos de importación de combustibles. Otros resultados positivos de la transformación incluyen la reducción de las pérdidas en la red y la disminución de los costos de la infraestructura de transmisión y distribución, gracias a la mayor eficiencia del sistema que proporcionan los recursos energéticos distribuidos.

iklimhaber

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