Tras el acuerdo Bagdad-Erbil, la atención volvió a centrarse en el oleoducto Irak-Turquía.

En el marco del nuevo acuerdo petrolero alcanzado entre el gobierno central iraquí y el Gobierno Regional Kurdo Iraquí (IKBY), se decidió que todo el petróleo producido en Erbil se entregaría a la compañía petrolera estatal iraquí, SOMO.

- Publicado el 19 de julio de 2025 a las 15:05
Un nuevo acuerdo sobre exportaciones de petróleo entre el gobierno central iraquí y el Gobierno Regional Kurdo iraquí (GRK) ha fortalecido las expectativas de que se reactive el oleoducto Irak-Turquía, cerrado durante mucho tiempo.
En una declaración escrita de la Oficina de Prensa del Primer Ministerio iraquí, se informó que el Consejo de Ministros, reunido el 17 de julio, aprobó el nuevo acuerdo petrolero alcanzado con el GRK.
Según el acuerdo, el gobierno del GRK entregará todos los ingresos petroleros producidos en la región a SOMO, la Compañía Estatal de Petróleo de Irak. Por cada barril entregado, el gobierno regional recibirá un anticipo de 16 dólares.
El comunicado establecía que el GRK debía suministrar al menos 230.000 barriles de petróleo diarios a Bagdad, y que se transferirían cantidades adicionales al SOMO en función del aumento de la producción. También indicaba que, si cesaban las exportaciones de petróleo, todo el petróleo se transferiría al Ministerio del Petróleo iraquí.
El 2 de febrero, el Parlamento iraquí aprobó una normativa que subvenciona los costos de producción de las compañías petroleras internacionales que operan en el GRK, fijando el costo del transporte en 16 dólares por barril. Esta medida se consideró crucial para la reanudación de las exportaciones a Turquía.
Con el último acuerdo se ha logrado un avance significativo en el proceso de reanudación del flujo de petróleo que fue cortado el 25 de marzo de 2023.
“Se pueden sentar las bases necesarias para el gasoducto Kirkuk-Ceyhan”
Sercan Çalışkan, investigador de Estudios sobre Irak del Centro de Estudios de Oriente Medio (ORSAM), declaró a un reportero de la Agencia Anadolu (AA) que el compromiso del GRK de suministrar 230.000 barriles de petróleo al día al gobierno federal indica que comienza a gestarse una voluntad común entre las partes. Añadió: «Más allá de los aspectos técnicos del acuerdo, la distensión en el oleoducto Bagdad-Erbil podría sentar las bases para la reactivación del oleoducto Kirkuk-Ceyhan, que permite la exportación de petróleo a través de Turquía».
Çalışkan también afirmó que la implementación del acuerdo, especialmente antes de las elecciones previstas para noviembre de 2025, es un paso notable en términos de estabilidad política interna en Irak.
Çalışkan, recordando los importantes desafíos que enfrenta el proceso y los ataques con vehículos aéreos no tripulados (UAV) en los campos petrolíferos del norte de Irak, continuó:
El reciente aumento de los ataques con drones, en particular en zonas pertenecientes al GRK, ha vuelto a exponer las vulnerabilidades de seguridad de la región y los riesgos para la infraestructura energética. Por lo tanto, es necesario abordar no solo los problemas políticos del oleoducto, sino también los de seguridad, y eliminar los posibles riesgos de seguridad que podrían extenderse a lo largo de su trazado. La expansión de los ataques con drones existentes en las regiones del oleoducto podría representar uno de los mayores obstáculos para su operación sostenible. Por lo tanto, mientras continúan las negociaciones políticas, es crucial considerar tanto los riesgos de seguridad que plantean las crisis regionales como los riesgos que representan para la ruta del oleoducto los problemas de seguridad que puedan surgir en Irak.
Çalışkan también enfatizó la necesidad de monitorear de cerca la dinámica de política exterior en torno a la reapertura del oleoducto Kirkuk-Ceyhan, afirmando: «Es sabido que Estados Unidos ha estado presionando durante mucho tiempo al gobierno central iraquí para que reabra el oleoducto. También es sabido que figuras como el ministro de Asuntos Exteriores, Marco Rubio, particularmente dentro de la administración del presidente estadounidense Donald Trump, han expresado con frecuencia su sensibilidad sobre este tema durante los contactos diplomáticos con Bagdad».
El acuerdo podría acelerar las negociaciones de exportación.
En este contexto, Çalışkan enfatizó que el reciente acuerdo alcanzado entre Bagdad y el GRK podría sentar las bases técnicas y políticas para la reanudación de las exportaciones de petróleo a través del oleoducto Kirkuk-Ceyhan. Afirmó: «Esta distensión generada por el acuerdo podría acelerar las negociaciones entre las partes para reactivar el oleoducto. Además, el apoyo de actores externos influyentes como Estados Unidos podría facilitar los pasos de Bagdad hacia la reapertura del oleoducto».
Çalışkan señaló que con las elecciones de 2025 en Irak a la vuelta de la esquina, la cuestión de la reanudación de la operación del oleoducto Kirkuk-Ceyhan podría surgir como un tema crítico de negociación entre el gobierno central y el GRK durante el proceso electoral, y concluyó sus comentarios de la siguiente manera:
Por lo tanto, cada paso que se dé será decisivo no solo en términos de políticas energéticas, sino también en términos de ecuaciones políticas y alianzas antes de las elecciones. Sin embargo, no debe olvidarse que el resultado positivo del último acuerdo, que ha normalizado las negociaciones estancadas entre ambas partes, también podría restablecer la mesa de negociaciones para la apertura del gasoducto Kirkuk-Ceyhan antes de las elecciones.
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