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Impulsando el futuro sin paralizarlo

Impulsando el futuro sin paralizarlo

El futuro de la energía evoluciona rápidamente. La explosión de la inteligencia artificial (IA) y la enorme infraestructura energética que esta exige seguirán impulsando una demanda de electricidad sin precedentes.

Goldman Sachs proyecta que la demanda energética de EE. UU. podría crecer hasta un 20 % para finales de la década, en gran parte debido a la construcción de centros de datos. Se espera que estas instalaciones de IA representen casi el 8 % del consumo total de electricidad de EE. UU. para 2030, un aumento del 3 % desde 2022.

A medida que tecnologías como la inteligencia artificial continúan expandiéndose, estos centros de datos necesitan energía confiable las 24 horas. Nuestras políticas y regulaciones legislativas deben estar a la altura de las circunstancias.

Cómo las tácticas de litigio están socavando el desarrollo de proyectos

En la última década, la industria energética ha experimentado un aumento de litigios diseñados para retrasar la construcción de proyectos y bloquear permisos, lo que genera incertidumbre regulatoria y, en última instancia, hace que los proyectos de infraestructura energética sean financieramente insostenibles. Un claro ejemplo es el Oleoducto Mountain Valley (MVP), cuyos permisos estatales fueron impugnados repetidamente en virtud de la Ley de Agua Limpia. Virginia otorgó al MVP su certificación de calidad del agua en 2021, la cual fue confirmada por el Tribunal del Cuarto Circuito en 2023 tras la demanda de los opositores. En Virginia Occidental, tácticas legales similares por parte de grupos ambientalistas resultaron en la anulación de la certificación estatal por parte del Cuarto Circuito en abril de 2023. Si bien Virginia Occidental reemitió su certificación en junio de ese año, este tipo de tácticas legales resultaron en años de audiencias judiciales y retrasos en la construcción que incrementaron los costos del proyecto.

Durante mi trabajo en la Comisión de Corporaciones de Oklahoma, vi de primera mano la importancia de implementar regulaciones inteligentes e innovadoras. Las normas importan. La seguridad importa. La protección del medio ambiente importa. Sin embargo, las normas y regulaciones se han utilizado indebidamente como arma para detener proyectos de infraestructura críticos, y los legisladores deben reconocer esta tendencia creciente. Permitir que estas leyes se usen indebidamente, no para garantizar resultados limpios, sino para aumentar los costos y las barreras de entrada a los proyectos energéticos, no es una política responsable; es sabotaje.

La carrera para conectar centros de datos con energía confiable

Los centros de datos no pueden funcionar con buenas intenciones. Muchas empresas, como Meta, Amazon o Google, están ubicando sus centros de IA directamente junto con la generación de energía. Meta ha cerrado un acuerdo de 20 años para aprovechar la energía nuclear para alimentar su nuevo centro de datos de IA, mientras que Google se ha comprometido a utilizar energía solar para respaldar las operaciones de sus centros de datos.

La presión sobre nuestra infraestructura energética aumenta rápidamente, y las compañías de gasoductos reciben múltiples solicitudes para conectarse a más de 40 posibles centros de datos en 10 estados. A principios de este año, Energy Transfer anunció un acuerdo para suministrar gas natural a una instalación de CloudBurst Data Centers en el centro de Texas , lo que demuestra cómo las compañías energéticas tradicionales están intensificando sus esfuerzos para impulsar las tecnologías emergentes.

Aunque los centros de datos utilizarán diferentes fuentes de energía, la construcción y la conexión serán una cuestión más importante que el sistema de suministro de energía. En otras palabras, ¿qué están haciendo las agencias federales para impulsar la innovación sin frenar el crecimiento de nuestro futuro energético?

No hay respuesta más sencilla que una verdadera estrategia integral: una que abarque el desarrollo de las energías renovables y reconozca el papel esencial del gas natural. Los gasoductos están creciendo rápidamente, adaptándose para satisfacer el alto consumo energético de la IA. Desde Texas hasta Pensilvania, estos gasoductos cubren eficazmente la brecha entre las fuentes de energía renovable intermitentes y las necesidades energéticas constantes de los centros de datos y las industrias.

Cómo el liderazgo federal puede facilitar la innovación energética

El gobierno federal está respondiendo. Tras la declaración de emergencia energética nacional del presidente Donald Trump, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército está agilizando los permisos para oleoductos bajo la Ley de Agua Limpia. Este tipo de estabilidad y eficiencia no solo es beneficioso, sino esencial.

Las agencias federales deben dejar de demorarse y cumplir con su parte para emitir permisos oportunos, brindar una guía clara y, fundamentalmente, realizar análisis periódicos y prospectivos sobre la evolución de la demanda energética en tiempo real. El auge de la IA está impulsando el aumento de demanda energética más significativo de nuestra generación, y empresas midstream como Energy Transfer están respondiendo en consecuencia, colaborando directamente con los centros de datos para construir infraestructura que ofrezca confiabilidad in situ y alimentada por gas. El sector privado se está moviendo con rapidez para adaptarse a la situación. El gobierno federal no puede permitirse el lujo de quedarse atrás.

La política energética estadounidense debe rechazar la falsa narrativa entre el progreso ambiental y el crecimiento económico: ambos pueden y deben avanzar juntos. La verdadera amenaza reside en la inercia burocrática que frena la innovación. Un futuro más limpio y próspero requiere inversión, coordinación público-privada y claridad regulatoria. El gas natural está bien posicionado para liderar esta transición. Al garantizar que las agencias federales actúen con rapidez, transparencia y en colaboración con los líderes del sector, la próxima generación de innovación energética estará lista para impulsarla.

Patrice Douglas fue comisionada de la Comisión de Corporaciones de Oklahoma. Actualmente trabaja como abogada enSpencer Fane , donde asesora a bancos, compañías energéticas y servicios públicos en asuntos legales, regulatorios y de cumplimiento.

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