“La aprobación de la ley Duplomb representaría un importante revés para la salud pública”

El examen del proyecto de ley por el senador de los Republicanos por Haute-Loire, Laurent Duplomb, en una comisión mixta el 30 de junio marcará un hito histórico. De hecho, lejos de alcanzar su loable objetivo ( «eliminar las restricciones a la práctica agrícola» ), la aprobación de este texto supondría un importante retroceso para la salud pública. Agravaría la exposición de toda la población, y en particular de los agricultores, a los plaguicidas.

Los peligros de los pesticidas para la salud humana están bien establecidos. Las evaluaciones colectivas de expertos del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm) de Francia de 2013 a 2021, basadas en un análisis exhaustivo de la literatura científica, establecen una sólida presunción de un vínculo entre la exposición a estas sustancias y numerosos cánceres: próstata, leucemia, mieloma, linfoma y cánceres pediátricos. Además, existen enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Parkinson, afecciones pulmonares como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y trastornos del desarrollo neurológico en niños. El sistema actual de aprobación se limita a pruebas de laboratorio que miden la toxicidad de las moléculas, lo cual no es un enfoque suficiente para detectar todos los posibles efectos en la salud humana. La historia es un trágico testimonio de esto: productos como el lindano, la clordecona y el malatión recibieron autorización de comercialización antes de ser retirados debido a sus devastadores impactos en la salud.

Los principios democráticos dictan que las decisiones políticas deben basarse en estos datos científicos. El proyecto de ley Duplomb hace exactamente lo contrario, al organizar un retroceso inaceptable en la protección de la salud de nuestros conciudadanos. El primer paso atrás: la creación de un "consejo consultivo de protección de cultivos", que reúne a la industria fitosanitaria y a los sindicatos agrícolas, cuyas opiniones podrían imponerse a la Agencia Francesa de Seguridad y Salud Alimentaria, Ambiental y Laboral (ANSES).

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