El océano se está agotando: Europa debe estar a la altura del desafío
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Con la inauguración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (ONUC) en Niza, una verdad es evidente: al océano se le agota el tiempo. Demasiadas cumbres han dado lugar a declaraciones ambiciosas sin seguimiento. Esta no puede ser una cumbre más. Debe ser una de compromisos, recursos y acciones concretas.
El océano es un bien común global. Regula el clima, alimenta a parte de la humanidad y alberga una biodiversidad excepcional, incluso en las profundidades marinas, a miles de metros de profundidad, donde habitan especies aún desconocidas. Captura hasta el 30 % de las emisiones globales de CO₂ y ha absorbido más del 90 % del exceso de calor generado por nuestras actividades. Sin embargo, esta regulación vital se está debilitando, socavada por la presión humana. Olas de calor marinas, acidificación, desoxigenación, la pérdida de más del 90 % de los peces grandes, el aumento del nivel del mar: las señales científicas son claras. Y, sin embargo, la pesca industrial continúa vaciando los océanos, la minería de aguas profundas amenaza los ecosistemas más frágiles y la contaminación acústica altera gravemente la vida de...
Libération