En el sur de Europa, la ola de calor ha provocado varias víctimas de insolación.

Francia no es el único país afectado por la ola de calor que provoca temperaturas altísimas. La Península Ibérica e Italia también sufren un calor sofocante. En España, la ola de calor es histórica. El sábado 28 de junio, la localidad andaluza de El Granado (provincia de Huelva), al sur del país, registró 46 °C, un récord absoluto para el mes de junio, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El récord anterior, establecido en 1965 en Sevilla, fue de 45,2 °C. Se espera que la ola de calor, que inicialmente se esperaba que terminara el martes o miércoles, continúe hasta el jueves 3 de julio. Se esperan temperaturas superiores a los 36 °C en gran parte del país, superando los 38 °C en el noreste, centro y sur, especialmente en los valles del Guadalquivir y el Guadiana.
También se avecinan noches tropicales, con mínimas que superan los 25 °C en la costa mediterránea, Castilla y Andalucía. Veinte regiones españolas permanecen en alerta naranja o amarilla, desde el País Vasco hasta la Comunidad de Madrid, incluyendo Extremadura y Cataluña. Dos fallecimientos el sábado, posiblemente por insolación —un trabajador de fábrica en Córdoba y un empleado municipal en Barcelona— han reavivado la preocupación por la protección de los trabajadores durante las olas de calor. Los sindicatos han exigido una aplicación estricta de las medidas preventivas. En España, un decreto vigente desde mayo de 2023 obliga a las empresas a adaptar el horario y las condiciones laborales en caso de calor extremo para garantizar la seguridad de los empleados expuestos, especialmente de los que trabajan al aire libre.
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Le Monde