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Medio ambiente. Conferencia Mundial sobre los Océanos: El gran desafío de la Odisea del Plástico

Medio ambiente. Conferencia Mundial sobre los Océanos: El gran desafío de la Odisea del Plástico

Ante la emergencia plástica, el colectivo internacional Plastic Odyssey unirá fuerzas con la UNESCO para limpiar los sitios marinos declarados Patrimonio de la Humanidad.

Con sede en Marsella, este colectivo internacional lucha sin descanso contra la contaminación por plástico a bordo de su buque laboratorio. Foto: Plastic Odyssey

Con sede en Marsella, este colectivo internacional lucha sin descanso contra la contaminación por plástico a bordo de su buque laboratorio. Foto: Plastic Odyssey

Es una isla perdida en medio del Océano Pacífico. Un confeti de 37 km² con más de 18 toneladas de plástico en sus playas, gracias a un gigantesco remolino oceánico donde se acumulan los desechos.

Bienvenido a la Isla Henderson, el santuario más contaminado y deshabitado del mundo, protegido por una barrera de coral infranqueable.

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"No para el plástico, desgraciadamente", suspira Alexandre Dechelotte, cofundador de Plastic Odyssey, una ONG que lucha contra esta plaga marina con su barco laboratorio.

En 2024, la organización internacional, con sede en Marsella, logró recoger 9,3 toneladas de esta roca del fin del mundo gracias a una sorprendente estrategia de retirada, con la ayuda de un parasailing remolcado por un barco, para pasar sobre la barrera de coral.

Una primera expedición exitosa que dará paso a otras ya que Plastic Odyssey unirá fuerzas este martes en Niza con la UNESCO, en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano (ONUC-3), para proteger los 50 sitios marinos declarados Patrimonio Mundial , hoy amenazados por esta contaminación omnipresente.

"Eso es lo absurdo de la situación", confirma el joven líder. "Son sitios protegidos de la actividad humana, a menudo de difícil acceso y, sin embargo, cubiertos de plástico. Pues bien, decidimos limpiarlos para restaurar estos centros de biodiversidad".

Cada misión tendrá como objetivo la eliminación de residuos, la recopilación de datos científicos, el desarrollo de programas educativos y el establecimiento de canales de tratamiento sostenibles. Reducir, reutilizar y reciclar son los tres pasos que defiende este colectivo de actores comprometidos en la lucha contra la contaminación marina por plásticos y la recuperación de residuos.

En Niza, un llamamiento mundial para salvar los océanos

Más de 60 líderes mundiales asistieron a la Conferencia Mundial de los Océanos, que se celebra hasta el 13 de junio en Niza. Sin embargo, el lunes, el primer día de debates, los enérgicos llamamientos a defender el multilateralismo para proteger los mares fueron impulsados ​​por una sola ausencia: Donald Trump.

Emmanuel Macron, el primero en intervenir en la conferencia de la ONU copatrocinada por Francia, hizo un llamado a la "movilización" por los "océanos" en crisis. "La primera respuesta es el multilateralismo", declaró el presidente francés. "El abismo no está en venta, como tampoco lo está Groenlandia, la Antártida o la alta mar", continuó, criticando implícitamente las declaraciones expansionistas de Donald Trump sobre el territorio autónomo de Dinamarca.

"Las profundidades marinas no pueden convertirse en un lejano oeste", afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, mientras Donald Trump planea lanzar unilateralmente la explotación de níquel y otros metales críticos en aguas internacionales del Pacífico, en zonas gestionadas por una autoridad de la ONU a la que Estados Unidos no pertenece.

"Ahora vemos la amenaza del unilateralismo cerniéndose sobre el océano. No podemos permitir que lo que ocurrió con el comercio internacional le suceda al mar", añadió el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Exigió "acciones claras" de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos para poner fin a esta "carrera depredadora" por metales críticos.

"Hemos desarrollado minifábricas de reciclaje en contenedores", explica Alexandre Dechelotte. "La idea es capturar el flujo de plástico que se filtra al medio ambiente y convertirlo en objetos cotidianos que abastecen al mercado local". Reducir la huella de plástico mediante cadenas de suministro cortas y emprendimiento social es una iniciativa innovadora que demuestra que es posible implementar rápidamente soluciones concretas en cualquier parte del mundo.

Mientras tanto, la oficialización de la colaboración con la UNESCO para limpiar los sitios marinos más vulnerables "debería permitir recaudar fondos", espera Alexandre Dechelotte, quien ha estimado en 50 millones de euros el presupuesto para limpiar 25 de ellos en diez años.

Pero ¿qué valor tiene este objetivo virtuoso comparado con los 460 millones de toneladas de plástico producidas en todo el mundo en 2023, una cifra que podría duplicarse para 2050 si no se toman medidas drásticas? «No es el kilo de plástico que recolectemos lo que cambiará el mundo, sino el mensaje que queremos transmitir», insiste. «Es gracias a este tipo de historias que cambiamos comportamientos».

Le Journal de Saône-et-Loire

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