Relaciones de poder: entre los primates, la dominación masculina no es la norma

Un mono macho ataca a una hembra que ha conseguido su golosina favorita. ¿Quién saldrá victorioso de este conflicto? ¿El que tenga los músculos más grandes? ¿O el macho, solo por ser macho? Claro que la realidad es más compleja, y la respuesta correcta es: «Depende». Pero realmente depende. En los primates , la cuestión de las relaciones de poder entre los sexos es mucho más compleja de lo que se creía, según descubrimos esta semana en la revista científica PNAS (Actas de la Academia Nacional de Ciencias). Y resulta que la dominancia masculina está lejos de ser la norma.
Para empezar, existe esta observación: los enfrentamientos son muy comunes entre primates de sexos opuestos. Las hembras pasan el tiempo peleando con los machos, y viceversa: «En la mayoría de las poblaciones observadas, es más probable que un individuo se vea involucrado en un conflicto con un animal del sexo opuesto que con uno del mismo sexo».
Libération