«Si esta fábrica no existiera, tendríamos menos problemas»: en las Ardenas, el Métal Blanc sigue lastrando a Bourg-Fidèle
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Eric Andry deja caer un pesado archivo sobre la mesa. De unos quince centímetros de grosor, contiene toda la historia del yacimiento de Métal Blanc, situado en el corazón del pueblo de Bourg-Fidèle, en las Ardenas, desde 1968. La que ha provocado más pesadillas para este alcalde, que no ha llegado al final de sus problemas. Veinte años después de su primera condena en 2005 por el tribunal de Charleville-Mézières, la empresa del mismo nombre, que se define como "ecociudadana" y que reivindica la economía circular a través de varias certificaciones, sigue en la mira de los decretos prefecturales que denuncian superaciones recurrentes de los vertidos autorizados de zinc y plomo. Pero las autoridades nunca ordenaron su cierre.
A partir de baterías usadas y demás residuos de plomo, la fábrica produce baterías nuevas, así como cables y plomo enrollado. Con una facturación anual de 50 millones de euros y una plantilla de 50 empleados, es el único centro Seveso de “umbral alto” en las Ardenas.
Libération