Su cita con el consumidor. El calor y los medicamentos no siempre se llevan bien.

Durante las olas de calor, nuestro cuerpo activa su sistema de termorregulación para mantener la temperatura corporal a 37°C (sudoración y dilatación de los vasos sanguíneos de la piel).
Pero cuando esta regulación se ve desbordada, puede producirse deshidratación e incluso insolación, acompañada de dolores de cabeza, náuseas e incluso daño hepático o renal. Tomar ciertos medicamentos puede agravar estos síntomas.
La Agencia Nacional Francesa para la Seguridad de los Medicamentos y Productos Sanitarios (ANSM) ha elaborado una lista no exhaustiva de moléculas que pueden reducir la capacidad del cuerpo para adaptarse a las olas de calor. Sin embargo, ¡tenga cuidado de no interrumpir el tratamiento sin consejo médico!
Los medicamentos de venta libre para afecciones leves (como resfriados, tos, alergias o dolor) pueden causar efectos secundarios. Algunos analgésicos, como la aspirina y los antiinflamatorios como el ibuprofeno y el ketoprofeno, pueden afectar la función renal.
Otros analgésicos más potentes, como el tramadol, pueden alterar la regulación de la temperatura. La ANSM incluso desaconseja encarecidamente tomar paracetamol (Doliprane), ya que es ineficaz en casos de insolación y podría agravar el daño hepático.
Los medicamentos para el resfriado (incluso los nasales) previenen la vasodilatación cutánea, uno de los mecanismos termorreguladores del cuerpo. En cuanto a los antihistamínicos, algunos reducen la sudoración o causan somnolencia, lo que reduce la sensación de sed.
Otros medicamentos de venta libre que pueden reducir la sudoración incluyen jarabes para la tos que contienen oxomemazina (conocidos bajo la marca Toplexil), la pastilla para dormir doxilamina (o Donormyl) y el antiemético metopimazina contenido en Vogalib o Vogalene.
En caso de duda, consulte siempre a su médico o farmacéutico.
Cámara de Consumidores de Alsacia y Gran Este www.consommer-aujourdhui.fr
Les Dernières Nouvelles d'Alsace