Desbloquear el potencial de los sistemas de energía altamente renovable con tecnologías digitales e inteligencia artificial

La relación entre la digitalización y la transición energética cobró protagonismo durante la Semana de la Innovación de IRENA 2025 , donde los debates se centraron en el principio de que no hay digitalización sin energía, ni transición energética sin digitalización. Con la proliferación de dispositivos inteligentes (p. ej., teléfonos y tabletas) e internet, se requiere más electricidad para alimentar los servicios en la nube del mundo virtual.
Para garantizar que la electricidad que abastece esta alta demanda provenga de fuentes de energía renovables, se necesita una mayor integración de estas en las redes eléctricas. Gracias a las tecnologías digitales, las energías renovables variables (ERV), como la solar y la eólica —conocidas por su naturaleza intermitente—, pueden suministrar energía de forma más constante y sostenible. En el caso particular de la energía solar fotovoltaica (FV) y la eólica terrestre, la digitalización optimiza el rendimiento y aumenta la competitividad del mercado.
Desde la previsión de demanda y precios, la flexibilidad y la gestión inteligente de la red eléctrica, hasta la información para el mantenimiento predictivo de la infraestructura energética, las tecnologías digitales se están volviendo indispensables para la transición energética global. Optimizan los servicios de la red al gestionar inteligentemente el consumo de electricidad, el almacenamiento de energía y el equilibrio entre la oferta y la demanda en diferentes ubicaciones en tiempo real, logrando un funcionamiento fluido de la red que garantiza un suministro constante de electricidad limpia en todo momento.
Gracias a la IA, la monitorización del rendimiento en tiempo real y el mantenimiento inteligente basado en el pronóstico y análisis meteorológicos permiten a los operadores anticipar con precisión los patrones de generación y los requisitos de la red. Esto, a su vez, puede reducir los costos de operación y mantenimiento.
En cuanto a la demanda, los consumidores también se benefician de la rentabilidad. Los contadores inteligentes, los sistemas de precios dinámicos y los electrodomésticos con tecnología del Internet de las Cosas (IdC) respaldan los programas de respuesta a la demanda, lo que permite a los consumidores modificar o reducir su consumo eléctrico en función de las señales de precios.
Basándose en estas innovaciones orientadas a la demanda, los sistemas avanzados de gestión de la red pueden utilizar gemelos digitales y algoritmos de IA para pronosticar la congestión, coordinar los recursos energéticos distribuidos y optimizar el despacho casi en tiempo real. Esta coordinación transforma el paradigma tradicional de las energías renovables como fuentes de energía impredecibles y las posiciona como contribuyentes activos que ofrecen servicios esenciales y sostenibles a la red.
Sin embargo, esta sinergia presenta tanto oportunidades como desafíos. La creciente demanda energética de los centros de datos que admiten IA introduce complejidades para la planificación y expansión de la red, lo que requiere una cuidadosa coordinación entre la innovación digital y el desarrollo de la infraestructura energética.
Para comprender el alcance total de este desafío y las posibles soluciones, Adrián González, oficial de programas en los sectores de innovación y uso final de IRENA, explora en detalle las implicaciones energéticas de los centros de datos de IA.
El despliegue de soluciones digitales sigue siendo desigual a nivel mundial, con los mercados emergentes rezagados debido a la escasez de medidores inteligentes, la baja inversión en infraestructura y las barreras regulatorias que impiden la participación en el mercado de las centrales eléctricas virtuales y los sistemas detrás del medidor. Además, la falta de estándares técnicos comunes y los crecientes riesgos de ciberseguridad crean importantes obstáculos para su adopción generalizada. Abordar estas deficiencias sigue siendo crucial para garantizar que la digitalización pueda impulsar una transición energética segura y rápida.
irena