La interconexión, no el aislamiento, es la palanca de 4,8 billones de dólares de la ASEAN.

Al acelerar la transición energética, se prevé que el producto interno bruto de la ASEAN aumente un promedio de 2,6 % anual entre 2023 y 2050, lo que se traduce en una ganancia acumulada de 4,8 billones de dólares estadounidenses. Asimismo, para 2050, las energías renovables podrían generar 4,6 millones de los 14,3 millones de empleos en el sector energético de la ASEAN, según un análisis de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA).
Este beneficio económico, sin embargo, no está garantizado. Depende de la capacidad de la región para superar un viejo reflejo: la creencia de que la seguridad energética debe construirse a través de combustibles fósiles y dentro de las fronteras nacionales.
A medida que los países de la ASEAN experimentan un crecimiento pospandémico, la demanda de energía aumenta drásticamente. Pero en una era marcada por la geoeconomía y los desafíos de la cadena de suministro, ese instinto —aunque comprensible— está desfasado.
A estas alturas, resulta evidente que depender de los combustibles fósiles ya no es una opción. Países de todo el mundo compiten por implementar energías renovables. En 2024, Asia se convirtió en el principal contribuyente al aumento de la capacidad instalada de energía renovable. La región incrementó su capacidad total de energías renovables en 413 gigavatios (GW), alcanzando los 2374 GW, lo que representa el 53,4 % de la capacidad instalada mundial.
Los países de la ASEAN cuentan con diferentes recursos renovables con distinto potencial de capacidad, lo que les obligaría a buscar y compartir el suministro con sus vecinos.
Por lo tanto, la seguridad energética en la ASEAN no se logrará mediante el aislamiento, sino mediante la colaboración.
Recursos compartidos para la seguridad energética colectivaLa transición energética de la ASEAN va más allá de la simple sustitución de combustibles fósiles; se trata de equilibrio. La región se enfrenta actualmente a un triple desafío: debe adaptarse a los cambios económicos globales, impulsar una transición energética justa e inclusiva y profundizar la integración regional mediante una infraestructura eléctrica interconectada.
La forma en que los países de la ASEAN logren este equilibrio determinará no solo el futuro energético de la región, sino también sus perspectivas económicas.
La clave para desbloquear 4,8 billones de dólares estadounidenses reside en aumentar la capacidad de energía renovable de la región. En conjunto, la ASEAN ha alcanzado los 113 GW de capacidad instalada de energía renovable para 2024, lo que supone un incremento del 5 % con respecto a 2023.
A pesar de este alentador crecimiento, el ritmo actual de progreso no es suficiente, especialmente si la ASEAN busca alcanzar su objetivo de una participación del 45 por ciento de la capacidad instalada de energía renovable para 2030, tal como se establece en su Plan de Acción.
El análisis de Irena demuestra que el objetivo es alcanzable, ya que se prevé un cambio sustancial impulsado por la energía eólica y solar que aumentará la participación de la ASEAN en la capacidad instalada de energías renovables hasta el 57 % para 2030. Con el aumento de la oferta surge la necesidad de distribuirla donde existe demanda. Y es aquí donde entra en juego la infraestructura transfronteriza.
Una red eléctrica avanzada que interconecta las redes nacionales permitirá a los países vecinos con abundantes recursos renovables se abastecerán mutuamente de energía renovable. La Red Eléctrica de la ASEAN tiene el potencial de transformar 11 mercados fragmentados en una economía integrada y conectada, capaz de atraer inversiones a gran escala.
La interconexión, un motor crucial para el crecimiento inclusivoLa capacidad de las naciones para conectar sus sistemas eléctricos, mancomunar recursos e intercambiar electricidad limpia determinará si la transición de la región genera tanto crecimiento como resiliencia.
El sudeste asiático tiene la oportunidad de fortalecer su competitividad en el sector de las energías renovables a través de la Red Eléctrica de la ASEAN. Con mayores inversiones específicas en capacidad de generación de energía renovable, redes, infraestructura y eficiencia energética, la región está preparada para experimentar un crecimiento en diferentes dimensiones, incluyendo la creación masiva de empleos.
La inversión privada se perfila como uno de los principales motores del crecimiento económico. En 2023, las economías del sudeste asiático ya habían atraído más de 234.000 millones de dólares en inversión extranjera directa (IED), y Singapur mantuvo su posición como principal receptor de IED en la región.
Este auge refleja la creciente confianza en la capacidad del Sudeste Asiático para ascender en la cadena de valor de la energía limpia. Sin embargo, se necesita más: alrededor de 105.000 millones de dólares estadounidenses deben invertirse en la transmisión regional y nacional para 2030.
Acción coordinada para la prosperidad compartidaPara la ASEAN, la transición energética sin duda traerá beneficios. La cuestión es cómo se configurará esta transición para garantizar dichos beneficios.
La interconexión no es solo infraestructura; es la base de la prosperidad compartida. La interconexión proporciona el hardware para un mercado energético unificado. Las normas armonizadas y los marcos de comercialización de energía proporcionan el software.
La verdadera transformación vendrá de la acción coordinada. La ASEAN ya ha demostrado su capacidad para colaborar en materia de comercio y diplomacia. El sector energético debe seguir ese camino.
La fortaleza de la ASEAN reside no en el aislamiento, sino en la red que la conecta y en la determinación compartida de impulsar de forma sostenible el futuro, juntos. Con este fin, IRENA apoya a la ASEAN con una nueva alianza regional para acelerar la transición energética hacia las energías renovables. Esta alianza fomentará la interconexión regional e impulsará la industrialización verde.
También animo a los responsables políticos de la ASEAN a coordinar las políticas energéticas para la integración de la red, la adquisición de energía y la inversión. Con estas medidas, podrán establecer sistemas energéticos que sustenten la próxima fase de crecimiento de la región: una basada en la conectividad, no en el aislamiento.
Este comentario se publicó originalmente en The Business Times: https://www.businesstimes.com.sg/opinion-features/interconnection-not-isolation-aseans-us4-8-trillion-lever
irena
