Presión internacional para retirar la COP30 de Belém

La 30.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), programada para noviembre en Belém, Pará, enfrenta cuestionamientos de representantes internacionales debido al alza de los precios de los hoteles. El embajador André Corrêa do Lago , presidente del evento, confirmó que las delegaciones han solicitado el traslado de la cumbre a otra ciudad.
"Representantes de las regiones solicitaron trasladar la COP de Belém en una reunión celebrada anteayer (martes)", declaró Lago en una entrevista con corresponsales extranjeros. Según él, algunos hoteles cobran hasta 15 veces la tarifa diaria habitual.
El diplomático enfatizó que los aumentos de precios siempre ocurren durante las conferencias climáticas , pero recalcó que, en el caso de Pará, la práctica se ha vuelto abusiva. "Mientras que en la mayoría de las ciudades donde se celebraron las COP, los hoteles pedían el doble o el triple del precio, en Belém piden más de diez veces el precio. Por lo tanto, existe una verdadera indignación entre los países ante esta insensibilidad, especialmente por parte de los países menos desarrollados", afirmó.
El gobierno federal intenta intervenir para contener la escalada . La Casa Civil lidera las negociaciones, pero, como señaló Lago, la legislación brasileña no permite límites de precios. Señaló que la crisis cobró visibilidad tras las declaraciones del representante de los países africanos, Richard Muyungi, quien criticó públicamente la situación.
PreguntasMuyungi, quien preside el Grupo Africano de Negociadores, declaró a Reuters que la discusión volverá a la mesa el 11 de agosto. "Brasil tiene muchas opciones para lograruna mejor COP , una buena COP. Por lo tanto, estamos presionando a Brasil para que brinde mejores respuestas, en lugar de pedirnos que limitemos nuestra delegación", afirmó.
La presión también se manifestó mediante un documento firmado por 25 representantes de la conferencia. En el documento, obtenido por el periódico Folha de S. Paulo , los firmantes exigen que, si no se controlan los precios, parte del evento se traslade a otra sede.
A pesar de las críticas, el grupo reconoce el esfuerzo de la organización y celebra la elección de Belém como ciudad anfitriona , destacando su importancia simbólica para el debate climático. Aun así, advierte que deben garantizarse las condiciones mínimas. «[Poder participar] significa poder viajar a Belém, alojarse en alojamientos adecuados y accesibles, y llegar y regresar del pabellón de forma segura y eficiente, incluso a altas horas de la noche», afirma la carta.
CartaCapital