Científicos chinos proponen crear un sistema global único de energía renovable para resolver problemas de fluctuaciones de generación por un valor de 116,9 billones de dólares

Científicos de China, Estados Unidos y Dinamarca han propuesto la creación de un sistema global único de energía renovable que permitiría que la diferencia horaria y climática compensara las fluctuaciones en la producción y el consumo. Las inversiones en el proyecto podrían alcanzar los 116,9 billones de dólares.
El estudio fue realizado por científicos del Instituto de Ciencias Geográficas e Investigación de Recursos Naturales de la Academia China de Ciencias (CAS), junto con colegas de la Universidad de Copenhague, la Universidad de Columbia y la Universidad de Stanford. El artículo se publicó en la revista Nature Communications.
Propusieron un camino gradual para crear un sistema global totalmente coordinado de energía solar y eólica, almacenamiento y redes submarinas de ultraalta tensión para la transmisión a larga distancia, generando 3,1 veces más electricidad que la demanda. Calcularon que la inversión en el proyecto alcanzaría la impresionante cifra de 116,9 billones de dólares, pero aun así sería 22,5 billones de dólares menor que el coste combinado de desarrollar sistemas eléctricos independientes en cada región del mundo.
El escenario de los investigadores prevé la creación de interconexiones contiguas entre regiones en la década de 2030, expandiéndose a interconexiones continentales en la década de 2040 y culminando en un sistema global en la década de 2050.
El sistema debe solucionar la principal desventaja de la generación solar y eólica moderna: la generación desigual de electricidad dependiendo de la hora del día y del clima.
"La generación máxima de energía en las distintas regiones se alcanza en horarios distintos, lo que significa que el mercado energético internacional puede proporcionar suministro eléctrico las 24 horas. La implementación del sistema solar-eólico global implica la transmisión de energía de ultraalta tensión a través de cables submarinos de larga distancia, el desarrollo de redes inteligentes y la producción y el almacenamiento de energía renovable a gran escala", afirmó Yao Ling, profesor asociado del Instituto de Ciencias Geográficas e Investigación de Recursos Naturales de la Academia China de Ciencias.
Según él, la implementación del sistema requiere la coordinación de los intereses nacionales, teniendo en cuenta los parámetros de seguridad energética y las diferencias internacionales en la regulación legislativa del mercado de energías renovables, así como el fortalecimiento de la confianza en la infraestructura común.
Muchas regiones, como los desiertos del norte de África, las estepas de Asia Central, las llanuras azotadas por el viento de la Patagonia y las soleadas zonas de Australia Occidental, cuentan con recursos solares y eólicos de primer nivel, pero con poca demanda local. Un sistema global solar-eólico impulsaría considerablemente el desarrollo de las energías renovables en dichas regiones si se construyeran líneas de transmisión hacia los centros de demanda energética mundial, como Asia Oriental, Europa y Norteamérica. Estas regiones podrían monetizar sus ventajas energéticas, lo que haría económicamente viable la construcción de infraestructura energética complementaria, afirma Yao Ling.
“China ya está empezando a trabajar en un sistema similar a escala del mercado asiático, importando energía eólica y solar de Mongolia o energía hidroeléctrica del sudeste asiático para ayudar a equilibrar la demanda regional o los desequilibrios estacionales, mientras que las propias plantas de energía renovable de China podrían suministrar exceso de energía a regiones de alta demanda como Corea del Sur y Japón a través de interconectores submarinos o transfronterizos”, dice Yao.
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